Mi Volkswagen (parte 1ª)
Este es mi coche para uso y disfrute personal: un Volkswagen Sedán fabricado en 1995 en Mexico y matriculado por primera vez en España en 1998. Lo adquirí hace año y medio, con tan solo 47.500 km. Usado como coche de diario, a día de hoy acumula mas de 61.000 km.
Así era el estado cuando lo compré el 7 de Marzo de 2005.
Estaba sin restaurar y sin ningún accesorio, estrictamente de serie a excepción del autorradio, una Philips de origen Suzuki. Incluso conservaba los neumáticos delanteros originales con bastente dibujo aún, unos Euzkadi, una marca completamente desconocida en nuestro país. El estado mecánico era excepcional, tan solo fallaba el silencioso del escape que estaba completamente perforado... pero que le daba un sonido muy bonito, ja, ja.
Por él pagué 5.200 €, cifra que para el neófito puede resultar algo elevada, pero viendo el cariz que está tomando el mercado actual con precios cada vez más en alza, no lo es tanto desde mi punto de vista.
Tras recorrer un par de miles de kilómetros, comencé a detectar un ruido procedente de la rueda trasera derecha. Tras desmontarla, descubrí que perdía líquido de frenos por los cilindros de los tambores... por lo visto, una avería causada por haber estado el coche sin usarse durante mucho tiempo y con el freno de mano accionado. Una reparación sencilla que me llevó una mañana y 60 € pues aproveché para cambiar el cilindro de la otra rueda. A los 5.000 kms, aprovechando el servicio de cambio de aceite, tuve que sustituirle uno de los fuelles de goma de las trompetas de la transmisión y cambiarle la valvulina de la caja de cambios... hasta el momento, han sido las únicas intervenciones mecánicas ajenas a las operaciones de mantenimiento que me ha llevado este coche.
En cuanto al tema de carrocería, la cuestión era algo diferente. Éstos modelos salieron de fábrica con un tratamiento deficiente, por no decir nulo, de chapa, así como una calidad de pintura monocapa (sin barnizar) que dejaba bastante que desear. Los bajos no mostraban síntomas de óxido y se presentaban impecables. Sin embargo, en algunas zonas de la carrocería ya asomaban los inicios de un óxido preocupante, con burbuja incluída bajo la pintura... curiosamente, casi toda la carrocería estaba cubierta de unos pequeños puntitos de óxido por encima de su superficie, casi imperceptibles a simple vista y que denotaban la anteriormente calidad de dicha pintura. Otro detalle eran las "cicatrices" causadas por actos vandálicos; un gran rayón bordeaba uno de lo laterales del coche, realizado con saña y una de las aletas delanteras presentaba un aboyón posiblemente gracias a una patada recibida... ¡a la semana de caer en mis manos!.
No obstante, puede que yo sea una persona crítica ya que este automóvil acaparó muchas alabanzas por parte del público que lo contemplaba.
En cuanto al interior, también se encontraba impecable; tapicería y guarnecidos. Incluído el extintor original de serie...
Durante un año, lo sometí a un trato que sin ser duro, si fué como si de un coche "normal" se tratara...por supuesto teniendo en cuenta sus limitaciones (que al fin y al cabo, no son tantas, siendo la más acusada el factor psicológico). El mismo día que cumplía un año en mi poder, el velocímetro marcó 10.000 km de más sobre la cifra de partida inicial. Así que viendo el excelente resultado que me dió, al cabo de un par de meses de dicho acontecimiento me decidí a someterlo a una cura y lavado de cara...
Proceso el cual describiré próximamente en un siguiente post.
posted by F. Rodriguez at 9:02 p. m.
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